Atenas:
La capital griega ofrece desde su Acrópolis hasta el barrio de Plaka y la taberna Dioskouroi cuyos platos típicos como el moussaka, el tzatziki y el baklava son auténticos tesoros gastronómicos. Te sugerimos visitar los Jardines Nacionales.
Yacimiento arqueológico más importante de Grecia, la Acrópolis de Atenas sólo puede ser visitada por un máximo de 20.000 personas diarias para proteger este patrimonio universal de la humanidad al mismo tiempo que sus visitantes tendrán una mejor experiencia al evitarse las aglomeraciones.
Santorini:
En el mar Egeo, sus playas volcánicas están repletas de rocas rojas y arenas negras.
Con forma de medialuna, sus playas, yacimientos arqueológicos y casas blancas con techos azules la tornan en un destino turístico europeo que también cuenta con vida nocturna.
Destino romántico ideal para parejas, los acantilados volcánicos son un escenario para disfrutar de a dos rumbo al restaurante Sea Side by Notos que sobresale por su pescado fresco a la parrilla maridado con el vino asirtiko.
Chania, Creta:
La isla más grande de Grecia es un paraíso para las familias que pasean por su casco antiguo veneciano y playas de aguas cristalinas. Los niños se maravillarán con las antiguas ruinas y degustarán el yogurt con miel y frutos secos.
Te recomendamos visitar el Palacio de Knossos y los tesoros arqueológicos de la civilización minoica.
En materia gastronómica se destaca el restaurante Peskesi gracias a los platos locales dakos y kalitsounia.
Mykonos:
Centro de la vida nocturna con sus bares y discotecas, también ofrece las calles estrechas de Chora y playas de aguas turquesas para disfrutar bajo el sol.