Tras la merma de contagios por Covid-19, en octubre pasado reabrieron las fronteras argentinas reactivándose el turismo receptivo. Un total de 1.250.438 extranjeros ingresaron a nuestro país, un millón de ellos durante la temporada de verano, generando ingresos por 740 millones de dólares gracias al consumo de productos y servicios nacionales.

Tras zarpar el velero noruego Statsraad Lehmkuhl, dedicado a la investigación climática y medioambiental, concluyó la temporada de cruceros en el puerto fueguino de Ushuaia que en sólo cinco meses, desde el 7 de noviembre cuando arribó la embarcación Nat Geo Endurance hasta este 11 de abril de 2022, recibió a 60.000 turistas por vía marítima sumado a quienes arribaron en avión.

Como lo informamos en nuestra nota de la semana pasada, ya se acerca la asamblea de la Organización Mundial de Turismo que decidirá si suspende a Rusia como miembro de la entidad en repudio a la invasión militar a Ucrania pero una compañía estatal sigue adelante con sus proyectos conjuntos con Moscú. La aerolínea de bandera Turkish Airlines transportará a un millón y medio de turistas rusos a Turquía como parte de un programa gubernamental que incluye la creación de vuelos charters directos entre ambas naciones.

A medida que avanzó el plan de vacunación global contra la pandemia de Covid-19 se flexibilizaron las medidas restrictivas, lo mismo sucedió en los aviones de pasajeros. Una decena de compañías aéreas ya no exigen el uso de barbijos en ninguno de sus vuelos derogándola como uno de los requisitos obligatorios de la política sanitaria contra el coronavirus.

Son datos gubernamentales que muestran que la industria de los viajes en el gigante asiático es la envidia de cualquier producto bruto interno (PBI). En este primer semestre de 2022 ingresaría un total de 269.000 millones de dólares -el equivalente a 1,71 billones de yuanes que es la moneda local- como resultado del consumo de productos y servicios vinculados al turismo.


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