Argentina se prepara a reabrir sus fronteras a los turistas extranjeros que cuenten con un esquema completo de vacunación, al mismo tiempo que acelera su plan de inoculación de segundas dosis, anticipándose a la llegada de la variante Delta del COVID-19.
El pasado viernes, el presidente argentino confirmó que en agosto el país dispondrá de 7 millones de vacunas para garantizar la inmunidad de su población y, como primer paso, habilitarán plenamente el turismo interno, autorizando los viajes grupales de vacunados, de cara a los próximos meses. Estas medidas coinciden con la finalización de la temporada alta de invierno y la preparación para la alta de verano.
En ese sentido, aclaró que el turismo interno y receptivo se habilitará exclusivamente para aquellos destinos nacionales que no se encuentren en Alarma Epidemiológica y, en ese aspecto, subrayó que hoy no lo está ninguno de los grandes conglomerados urbanos.
Además, el mandatario confirmó que próximamente se autorizarán los eventos masivos al aire libre, con aforo del 30%, y que se seguirán flexibilizando las condiciones para el funcionamiento de la hotelería y la gastronomía. “De a poco se van a ir recuperando”, prometió. Desde este sábado, el aforo en los espacios cerrados se incrementa al 70%.
En poco tiempo más se funcionará la segunda edición del programa PreViaje, creado e implementado por el Ministerio de Turismo y Deportes, que incentiva la venta de viajes domésticos, devolviendo al consumidor el 50% del costo del viaje a través de una tarjeta para utilizar en viajes.
El programa tuvo un gran éxito el año pasado y esperan que el formato sea similar, es decir, que incentive la venta anticipada de turismo interno para el verano, con un amplio abanico de productos y servicios para utilizar ese reembolso. Vale recordar que la propia Cámara Argentina de Turismo (CAT) pidió que el programa se estableciera “para siempre”, de manera que se vuelva un clásico para los consumidores argentinos.
Por último, desde el 7 de agosto podrán ingresar al país aquellos extranjeros que acrediten tener familiares directos en la Argentina.