El caso de Katerina, una estudiante de turismo de veintidós años que abandonó su puesto en un hotel cinco estrellas de Calcídica tras un mes, expone las condiciones laborales precarias que enfrentan muchos empleados del rubro. “Vivíamos ocho personas en un cuarto sin aire acondicionado ni lavadora. Me contrataban para marketing, pero terminaba limpiando habitaciones”, relató. Su salario neto era de 1.100 euros mensuales, en un entorno que calificó como “inaceptable”.

Según el Instituto de Investigación sobre el Turismo (ITEP), el 20% de los puestos en hoteles quedaron vacantes en 2024 con 54.000 empleos sin cubrir. Las previsiones para 2025 son similares. Los salarios base, que oscilan entre 950 y 1.000 euros, junto a jornadas extensas y pocos días de descanso, explican por qué los jóvenes griegos evitan estos empleos.

“Los locales ya no quieren estos trabajos duros”, resume Maria Angeli, empleada de un hotel de lujo en Santorini, donde solo catorce de los setenta empleados son griegos. Ante esta situación, los empresarios recurren cada vez más a trabajadores extranjeros, provenientes de países como India, Filipinas, Nepal y Bangladés.

El ITEP estima que en 2025 más del 46% de los hoteleros contratarán personal no europeo, lo que equivale a más de 28.000 empleos cubiertos por migrantes. En Calcídica incluso se intentó incorporar a refugiados alojados en centros de acogida, pero la iniciativa fracasó ya que, de 110 personas interesadas, solo una decena permanece en los puestos ofrecidos.

La restauración no escapa a esta realidad. En bares y restaurantes abundan los carteles de “se busca personal”, mientras los propietarios —como Markos Kesidis en Calcídica— se ven obligados a hacer ellos mismos el servicio por falta de personal. “Necesito veinte empleados para mi bar de playa en temporada alta. Es casi imposible encontrarlos”, se lamentó el comerciante helénico.

El auge del turismo en Grecia contrasta con la fragilidad estructural de su mercado laboral turístico. Con hoteles llenos pero plantillas incompletas, el desafío de 2025 será no solo sostener el crecimiento de visitantes, sino garantizar condiciones dignas que vuelvan a hacer atractivos estos empleos para los trabajadores locales. De lo contrario, el éxito turístico del país podría tambalear por dentro. 

En la reciente entrega de premios Business Destinations Travel Awards 2022 se eligió a la ciudad de Atenas como el Mejor Destino MICE de Europa gracias a la calidad de servicios; productos e infraestructura a disposición del denominado turismo de reuniones y negocios.

Además, la capital griega fue distinguida por su labor en un segmento turístico de gran relevancia en esta nueva normalidad post pandemia de Covid-19. En la reciente entrega de premios Business Destinations Travel Awards 2022 se eligió a la ciudad de Atenas como el Mejor Destino MICE de Europa gracias a la calidad de servicios; productos e infraestructura a disposición del denominado turismo de reuniones y negocios.