El SACT fue diseñado como una herramienta integral de mejora continua, que busca elevar los estándares del turismo argentino mediante capacitación, innovación, sostenibilidad y accesibilidad. La iniciativa promueve la competitividad del sector y apunta a responder con eficacia a los desafíos globales, ofreciendo servicios de mayor calidad a los viajeros del mundo. Esta política es clave para reposicionar a la Argentina como un actor relevante en el mapa turístico internacional.
El plan se estructura en tres líneas principales: capacitación, estándares de calidad y una colmena de innovación colaborativa. La primera tiene como meta fortalecer las capacidades técnicas y profesionales del sector, generando propuestas formativas flexibles adaptadas a las necesidades reales de los prestadores turísticos. Para lograrlo, se prevé una amplia articulación entre organismos públicos, cámaras empresarias y centros académicos.
Los estándares de calidad turística serán el eje rector para acompañar a las organizaciones en su evolución continua. El sistema propone reconocimientos formales a aquellas entidades que demuestren su compromiso con la calidad, fomentando buenas prácticas y mejoras verificables en la experiencia turística. Además, se priorizará el trabajo conjunto entre el sector público y privado para desarrollar nuevos planes de mejora.
Esta medida también contempla la incorporación de criterios de sostenibilidad ambiental, inclusión y accesibilidad universal, promoviendo un turismo pensado para todas las personas sin importar sus capacidades físicas, sensoriales o cognitivas. La mirada inclusiva será transversal a todo el sistema, alineando a la Argentina con las mejores prácticas internacionales.
Para los profesionales de la industria argentina del turismo, esta iniciativa representa una oportunidad concreta para elevar la vara de los servicios, acceder a nuevos mercados y consolidar la reputación del país como destino confiable y de calidad. En un contexto global donde los viajeros valoran cada vez más la experiencia y la responsabilidad social, la apuesta por un sistema nacional de calidad tan necesaria como estratégico.