Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el sector turístico aportó con 184.000 millones de euros al PBI y generó 2,56 millones de puestos de trabajo que representa casi el 12% del total nacional. Este crecimiento se sustenta en el incremento constante de turistas extranjeros y la revitalización de las actividades turísticas, superando los efectos devastadores de la pandemia.

Desde 2012 , España disfruta de un constante crecimiento del número de visitantes extranjeros con un récord de 83,7 millones en 2019. Tras el impacto de la pandemia, que redujo a la mitad las cifras del sector, este fue el año de la recuperación con niveles de actividad que no se observaban desde antes de la crisis sanitaria.

Los datos del INE muestran que, durante el período de enero a noviembre, España recibió 5,9 millones de turistas extranjeros, impulsando significativamente la economía turística del país. Esta afluencia se reflejó en un aumento del PBI turístico del 12,3% en comparación con el año anterior y un notable incremento en el empleo vinculado al sector.

La estrategia de recuperación del turismo en España se centró en la promoción de destinos tanto a nivel nacional como internacional, apoyada por la mejora en infraestructuras y una fuerte campaña de marketing. La eliminación de restricciones de viaje y la implementación de políticas que facilitan la entrada de turistas internacionales han sido claves para alcanzar estas cifras.

El turismo interno también ha mostrado una tendencia alza, con un aumento en las pernoctaciones y en el gasto en alojamientos turísticos. El gasto medio de los turistas nacionales e internacionales ha evolucionado, destacándose el alojamiento como el gasto principal, seguido por comidas y bebidas.

Para 2024, las proyecciones sugieren que el turismo en España podría superar incluso las cifras actuales, con estimaciones que apuntan a un incremento en el número de visitantes internacionales y en el impacto económico del sector en la economía nacional.

Este panorama refuerza la posición de España como un destino turístico de primer orden a nivel mundial, y subraya la capacidad del sector para adaptarse y prosperar incluso después de períodos de crisis significativas. Con la vista puesta en el futuro, España continúa fortaleciendo su oferta turística, asegurando que el sector siga siendo un pilar fundamental de la economía nacional.