El año comenzó con novedades que impactarán negativamente en el bolsillo de quienes aterricen en Moscú. El gobierno de Rusa implementó un nuevo impuesto turístico a partir del 1 de enero de 2025 que consiste en un incremento del 1% sobre los costos de estadía en hoteles y otros alojamientos.
Este cambio, que forma parte de una enmienda al Código Fiscal ruso adoptada en julio de 2024, permitirá a las autoridades regionales gestionar el impuesto como una tarifa local fortaleciendo la infraestructura turística en el país.
Las autoridades rusas informaron que este impuesto empezará en un 1% y aumentará gradualmente hasta alcanzar el 3% en 2027 como forma de solventar gastos de mantenimiento y conservación de aquellos destinos que son visitados masivamente por viajeros procedentes del exterior.
Se trata de un impuesto introducido para apoyar las mejoras en la infraestructura turística regional, especialmente en aquellas áreas con industrias consolidadas o en vías de desarrollo.
Según los autores de esta medida, la iniciativa que ya entró en vigor recaudará fondos adicionales que serán reinvertidos en mejorar los servicios y atracciones que Rusia ofrece a los visitantes extranjeros.
Los hoteles y otros tipos de alojamiento rusos, aunque técnicamente son los contribuyentes directos, trasladarán este costo adicional. Esta nueva tasa turística es una de varias iniciativas destinadas a promover un turismo sostenible y responsable en Rusia.
Las nuevas iniciativas de Rusia se centran en posicionar al país como un destino turístico competitivo en el ámbito internacional. La estrategia incluye la promoción de destinos en regiones menos conocidas y el fortalecimiento de los lazos con mercados emergentes en Asia y el Medio Oriente. Estos esfuerzos buscan diversificar y aumentar la llegada de turistas extranjeros.
Dmitri Vajrukov, viceministro del Ministerio de Desarrollo Económico, atribuyó este aumento en el turismo a las políticas gubernamentales implementadas bajo el proyecto nacional «Turismo y hostelería» que implica apoyo financiero como préstamos preferenciales para grandes proyectos de inversión en el sector turístico y subvenciones específicas para el desarrollo del turismo de naturaleza.