El desalojo se llevó a cabo el último miércoles, desde las 8 de la mañana hasta las últimas horas de la tarde, con la participación de fuerzas policiales, gendarmería y equipos municipales. Se constató que las instalaciones estaban en condiciones deplorables que incluían los piletones cubiertos de algas, basura dispersa, restos de vehículos y daños estructurales. Además, se encontraron perros abandonados que fueron rescatados por el área de Zoonosis.
Otro problema significativo es el riesgo de inundación debido a la obstrucción del cauce del río por castoreras aunque algunas intervenciones recientes parecen haber intentado mitigar el daño.
El intendente local Daniel Harrington destacó que la prioridad es recuperar este espacio como un atractivo turístico y un recurso para la comunidad de Tolhuin. Si bien este municipio no dispone de los recursos económicos suficientes para llevar a cabo una restauración completa e integral, ya se están evaluando modelos de asociación público - privada para financiar las obras necesarias para lograr este objetivo.
Por el momento, las termas permanecerán cerradas mientras se realiza un relevamiento exhaustivo y se asegura la titularidad del predio a nombre del municipio. También se implementará vigilancia permanente para evitar nuevos daños.
El objetivo final es convertir nuevamente a las termas del Río Valdez en un destino destacado de la provincia. “Es un recurso único, con un potencial enorme para Tolhuin y para el turismo provincial. Queremos hacerlo de forma responsable, asegurándonos de que beneficie tanto a los habitantes como a los visitantes”, expresó Harrington.
Con este paso, Tierra del Fuego recupera no solo un ícono turístico, sino también una oportunidad para fortalecer su economía local y promover el turismo sostenible.