Guillermo Miguel, presidente de ENAPRO, y Marcelo Terenzio, director de Asuntos Jurídicos, asistieron al evento realizado en las instalaciones del predio y aseguraron que los cruces podrían volver en noviembre. La apertura depende de dos factores: la culminación de las obras de refacción y el nivel del río Paraná, el cual resultó muy afectado por la bajante.
Respecto al primer punto, la zona de muelles de la terminal ya está en condiciones de enviar y recibir pasajeros, sin embargo, todavía faltan terminar la refacción de las boleterías, el hall de entrada y los pisos. La finalización de estos detalles está prevista para mediados de noviembre, justo a tiempo para la época de temperaturas más altas y mayor concurrencia.
Por su parte, la profundidad del río es lo que más preocupa a las autoridades, quienes esperan que el nivel del agua sea suficiente para la navegación de embarcaciones. En caso de que las condiciones no sean optimas en noviembre, las lluvias en el sur de Brasil y en Paraguay podrían favorecer el escenario para diciembre.
Además, otro componente que Miguel y Terenzio plantearon para atraer a excursionistas de zonas cercanas que decidan pasar el día en el Paraná, es aumentar la oferta de actividades recreativas como lo son los recorridos por distintas áreas de la isla. Estas travesías consistirían en realizar un camino con diversas paradas ya definidas donde los visitantes podrán bajar a las playas, conocer diferentes puntos de la zona e incluso disfrutar de la gastronomía allí ofrecida, la cual destaca por sus platos elaborados con pescados locales.
En este marco, los integrantes de ENAPRO esperan poder trabajar con dos bajadas de la estación con embarcaciones de hasta 80 pasajeros, y por ese motivo están expectantes ante la llegada de posibles oferentes privados y las propuestas para colocar allí sus vehículos y ofrecer sus servicios. “Nuestra idea es contar con todas las propuestas posibles, de modo que podamos ofrecer una tarifa acomodada”, comunicaron.
Por último, los actuales administradores de la estación comentaron que existen cinco locales en la planta baja del edificio, en los que antes funcionaban empresas gastronómicas, que podrían ser explotados durante la temporada de verano si llegase a concretarse una propuesta que están analizando.