Como parte de las medidas, todos los pasajeros deberán presentar un test COVID-19 con al menos 48 horas de antelación al viaje, cuyo resultado tendrá que ser informado al Sistema Nacional de Vigilancia de Salud.

Además, la empresa contratada deberá realizar un test de antígenos a todos los pasajeros, acompañantes y coordinadores, antes de que el ómnibus o avión comience el viaje. La misma prueba será llevada a cabo al menos 72 horas antes del regreso.

Si el resultado es positivo, el turista no podrá abordar el transporte y tendrá que cumplir con el aislamiento en un domicilio. Junto a esto, la empresa encargada informará sobre la situación al Sistema Nacional de Vigilancia de Salud.

En cambio, si la prueba resulta negativa, los pasajeros deberán hacer un aislamiento de siete días al volver a su lugar de origen. Pasado ese periodo, tendrán que realizarse un nuevo test e informar el resultado de este al Sistema Nacional de Vigilancia de Salud.

Los integrantes del grupo viajante que no estén vacunados deberán realizarse el PCR cuando lleguen al destino y otro al cuarto día de estadía.

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El uso de tapabocas será obligatorio en todos los espacios públicos, cerrados y medios de transporte. Por su parte, las agencias de viajes deberán gestionar un permiso de ingreso en cada localidad que vaya a visitar con anticipación.

Las habitaciones de los hoteles cumplirán con el aforo del 70%, con un máximo permitido de hasta tres personas por cuarto y con burbujas de no más de 100 huéspedes.

Los acompañantes y coordinadores tendrán permitido viajar solo si cuentan con el esquema de vacunación completo o al menos con una dosis aplicada 21 días antes del inicio del viaje como mínimo. Los viajantes menores de 18 años con factores de riesgo también deberán cumplir con este requisito.

Por otro lado, todos los trabajadores de locales que estén habilitados para recibir a estos grupos de turistas deberán contar con el certificado de vacunación, el cual será requerido por el establecimiento junto a un listado del personal.

“La idea es arrancar con los protocolos que tenemos. Hay una muy buena relación entre los sectores público y privado. Es importante ver cómo va todo, con un primer arranque de 15 días con un cupo de 3000 pasajeros. Después se verá cómo avanza todo”, comunicó Néstor Denoya, presidente de la Cámara de Turismo de Río Negro, en diálogo con Mensajero.

El expresidente de la Asociación de Turismo Estudiantil de Bariloche (ATEBA) confirmó que el 4 de octubre llegará el primer grupo de egresados a Bariloche. “Estamos muy contentos por la baja de casos y por ver que el plan de vacunación da buenos resultados. Haremos este intento de acá a fin de año y supongo que en 2022, de a poco, el país, la sociedad y todo el sector volveremos a tener una industria más establecida”, expresó y para finalizar aseguró que “será muy difícil arrancar, volver a tener tarifas y demás. La inflación realmente es un problema, nos golpea muchísimo. El tema de vender viajes en cuotas es una especie de ‘timba’, es algo extremadamente complejo. Siempre hemos salido adelante y hemos enfrentado cada situación que se nos puso por delante, no va a ser la excepción esta vez”.