A través del Boletín Oficial de la Unión Europea, la comisión del viejo continente autorizó esta restricción aérea del poder ejecutivo galo aunque le introdujo unos pequeños ajustes para adecuarse a la Ley del Clima de 2021.

Con sede en la ciudad belga de Bruselas, la comisión del bloque continental aprobó la decisión del ministro francés de transporte, Clément Beaune, calificándola como un importante paso adelante en la política medioambiental de reducir la emisión de gases de efecto invernadero.

Como lo hacen desde diciembre de 2021, tanto la Unión de Aeropuertos Franceses como la rama europea del Consejo Internacional de Aeropuertos se oponen a esta medida restrictiva porque la consideran un acto discriminatorio entre los transportistas.

Tras una serie de encuentros de trabajo conjunto, el gobierno de Francia y la Comisión Europea ajustaron los detalles para que la medida gala se adecue a la actual legislación que impera en el bloque continental.

Ambas partes acordaron que, dentro de tres años, volverán a reunirse para reevaluar los resultados de esta prohibición aérea.

Con las limitaciones actuales, solo hay tres rutas aéreas que cumplen estos requisitos y todas ellas tienen al aeropuerto París – Orly como pista de salida con conexiones a Burdeos, Nantes y Lyon.

En primera instancia, la regulación gala había contemplado hasta ocho rutas pero podría ampliarse si se mejoran las rutas ferroviarias. De esta manera, se podrían incorporar los viajes entre París Charles de Gaulle y Lyon, Nantes, Burdeos o Rennes. También sería factible para otras ciudades como el recorrido de Lyon a Marsella.