De acuerdo a lo informado por la ministra de justicia húngara Judit Varga en su cuenta oficial de la red social Facebook, las autoridades de Defensa del Consumidor constataron que la aerolínea habría violado la ley porque “engañó a los clientes mediante una práctica comercial desleal”.

A mediados de mayo pasado, el gobierno del primer ministro Viktor Orban implementó un impuesto de 800.000 millones de florines -2,1 millones de la divisa estadounidense- sobre las “ganancias adicionales” obtenidas por las principales empresas para así cubrir baches presupuestarios tras la campaña política de la reelección de abril pasado.

Calificándolo como un impuesto erróneo e ilegítimo, la aerolínea Ryanair solicitó su eliminación alegando que –de lo contrario- se perjudicaría al turismo y la economía húngara.

A través de sus abogados, la aerolínea adelantó que apelará la medida ante los tribunales húngaros planteando que este impuesto se aplica a una industria que sólo genera pérdidas obligándola a trasladar la capacidad de crecimiento a países que estaban trabajando para restaurar el tráfico después de la pandemia de coronavirus.

Desde el pasado domingo 7 de marzo, Hungría derogó las restricciones impuestas por la pandemia de Covid-19 porque quienes ingresen al país no deberán exhibir el esquema de vacunación ni el test PCR negativo sumado a tampoco será obligatorio el uso de barbijos en espacios cerrados.