Sin embargo, los pronósticos del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC por sus siglas en inglés) indican que China podría arrebatarle el liderazgo en la próxima década gracias al crecimiento de su clase media y a las políticas de estímulo interno.

En 2024, el turismo en China aportó 1,3 billones de dólares a su economía, casi la mitad de lo generado por Estados Unidos, pero con una proyección en alza. Según la WTTC, el sector podría representar el 14% del PIB chino en los próximos años, lo que equivaldría a unos 2,6 billones de dólares en valores actuales, además de posicionar al país como el principal emisor de turistas del mundo.

El tercer lugar quedó en manos de Alemania, cuyo turismo generó 488.000 millones de dólares, muy por debajo de los dos gigantes. El resto de los países del top 10 se ubicó con cifras inferiores a los 300.000 millones, aunque con una fuerte concentración en Europa: Francia, Italia y España mantienen un rol protagónico, respaldado por su patrimonio cultural, artístico y gastronómico, además de su conectividad ferroviaria y aérea.

Si bien el gráfico elaborado por Visual Capitalist muestra los ingresos absolutos que aporta el turismo a cada país, no refleja la dependencia relativa frente al PIB. En esa dimensión, naciones como Malta y Croacia sobresalen: en 2024, el turismo representó cerca del 15% de su producto interno bruto. En el caso maltés, con apenas 540.000 habitantes, la llegada de 3,5 millones de visitantes en un año equivale a multiplicar por seis su población, un fenómeno que potencia su economía pero también genera vulnerabilidades.

La tendencia global confirma que el turismo no solo es un motor económico central —cerca del 10% del PIB mundial—, sino también un sector en expansión. El desafío, según el WTTC, es lograr que el crecimiento se traduzca en valor compartido y sostenibilidad, sin comprometer la calidad de vida de los residentes ni la resiliencia de las ciudades receptoras.

Sin embargo, la recuperación del sector no es uniforme a nivel mundial. Si bien algunas regiones están experimentando un repunte significativo, otras, como Estados Unidos y China, enfrentan desafíos en la recuperación. Simpson advirtió que el gasto de visitantes internacionales en EE. UU. sigue estando muy por debajo de los niveles de 2019, lo que subraya la necesidad de adaptarse a un entorno cambiante.

A su vez, la situación en China es igualmente compleja porque, aunque se prevé un incremento en el consumo turístico, los problemas estructurales afectan la recuperación general. Esto destaca la importancia de diversificar los mercados y adaptar las estrategias comerciales para poder enfrentar semejantes desafíos.

Otro estudio de la WTTC concluyó que el turismo urbano duplicaría su desarrollo durante la próxima década situándose un 50% por arriba de su récord histórico alcanzado antes de 2019 cuando no había irrumpido la pandemia de Covid-19. A medida que fue mermando la ola de contagios masivos de coronavirus y su consiguiente levantamiento de restricciones sanitarias a nivel global, el turismo de naturaleza cobró protagonismo debido a que las familias como los viajeros individuales optaban por destinos rodeados de verde al aire libre, una tendencia que se revertiría en estos diez años venideros según el informe de la WTTC.