Como otra facilidad, en especial para quienes viajen en familia, las autoridades verdeamarelas eximieron de testeo alguno a los chicos de dos a doce años siempre que estén acompañados por un adulto.

Un día antes de viajar a Brasil se deberá completar la Declaración de Salud del Viajero y presentar el esquema de vacunación completo cuya última dosis supere los catorce días previos a entrar al país.

Quienes accedan por tierra a Brasil, sin importar si lo hacen en vehículos particulares o en micros de empresas de transporte, deberán exhibir el esquema de vacunación completo junto con un test de PCR o antígenos más la correspondiente declaración jurada.

Como otra de las medidas que favorecen la afluencia de turistas extranjeros, las autoridades de Brasil aceptan todas las vacunas aprobadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria, la Organización Mundial de la Salud o los gobiernos del país en que se inmunizó al viajero.

Hasta el momento, según datos oficiales difundidos por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, un total de 144 millones de brasileros -el 67% de la población- recibieron las dos dosis de las vacunas contra el Covid-19.

Esta estadística trepa al 75,6% del total de la ciudadanía, unos 161,4 millones de personas, si también se contabiliza a quienes dieron sólo una de las dos dosis.