Bajo la nueva categoría “Experiencias en Airbnb”, la empresa ofrece cerca de 20.000 actividades en 650 ciudades del mundo, seleccionadas por su calidad, autenticidad y conexión con las comunidades locales. Con un costo promedio de 66 dólares, las experiencias incluyen desde recorridos culturales, clases de cocina y visitas a museos, hasta excursiones naturales, talleres de artesanía y sesiones de bienestar.

En varios destinos, Airbnb también lanzó los “Airbnb Originals”, propuestas exclusivas lideradas por anfitriones destacados o personalidades reconocidas. La compañía apuesta así a un modelo de turismo más inmersivo, centrado en la interacción entre viajeros y comunidades. 

En Chile, uno de los países donde la iniciativa tuvo mayor desarrollo, Santiago registró más de 30 millones de búsquedas en el primer semestre de 2025, lo que representa un aumento del 30% en consultas locales y del 20% en internacionales respecto al mismo período del año anterior.

Según la gerente general de Airbnb Sudamérica, Fiamma Zarife, el programa demuestra “cómo la economía digital puede potenciar el turismo, diversificando la oferta y distribuyendo beneficios más allá de los destinos tradicionales”. En ese país, la actividad de anfitriones y huéspedes generó más de 46.000 empleos y 509 millones de dólares en ingresos laborales.

En Argentina, las búsquedas de alojamientos nacionales e internacionales crecieron más del 20% entre enero y junio de 2025, con Buenos Aires concentrando la mayor parte de la demanda. Solo durante 2024, el impacto económico de Airbnb en la capital superó los 1.100 millones de dólares, reflejando el papel clave de la plataforma en la recuperación del turismo urbano.

También Colombia se consolidó como uno de los mercados prioritarios: la empresa incorporó 14 nuevos destinos turísticos y reportó que más del 40% de las reservas se realizaron en zonas rurales, mientras que el 60% de los viajeros fueron colombianos que eligieron explorar su propio territorio.

Con este giro estratégico, Airbnb busca ampliar su ecosistema digital hacia el turismo de experiencias, posicionándose como plataforma integral de viajes. La compañía combina tecnología, sostenibilidad y hospitalidad local para consolidar un modelo que no solo favorece la recuperación económica pospandemia, sino que también promueve un turismo más participativo, descentralizado y auténtico en América Latina.