A pesar del descenso general del turismo por la fluctuación del dólar, este segmento específico sigue en expansión como lo demostró un estudio elaborado por la Cámara Argentina de Turismo Médico (CATM) constatando que este sector genera 300 millones de dólares anuales con destinos como Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Bariloche, Salta y Mendoza a la cabeza.

Cada año, Argentina recibe alrededor de 25.000 pacientes extranjeros. De ese total, el 60% busca tratamientos curativos y el 40% cirugías estéticas, de acuerdo con un informe publicado por IProfesional. La mayoría de los turistas provienen de países vecinos como Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia y Perú, aunque también se registran visitas desde Centroamérica y Estados Unidos.

Uno de los factores que explican este crecimiento es la diferencia de precios respecto a otros países. Cristian Zaninovich, cofundador de la clínica estética Dept, destacó que una cirugía mamaria, que en Estados Unidos cuesta 15.000 dólares, en Argentina ronda entre 5.000 y 6.000 dólares. Un lifting facial se ofrece por 5.000 dólares, un cuarto de su costo en Norteamérica, mientras que una lipoaspiración cuesta aproximadamente 4.800 dólares, comparado con los 12.000 dólares en el exterior.

Carolina Prada, también cofundadora de Dept, señaló que Argentina sigue siendo competitiva incluso en comparación con Europa, donde las cirugías estéticas se han vuelto un lujo reservado para personas con altos ingresos. Esta diferencia convierte al país en una alternativa atractiva para quienes buscan tratamientos de calidad sin necesidad de gastar fortunas.

Además de los precios accesibles, las clínicas argentinas ofrecen paquetes turísticos integrados. Según Zaninovich, esta modalidad permite a los pacientes disfrutar de unas vacaciones completas sin destinar todo el presupuesto a la operación. El esquema combina atención médica con tiempo de descanso, lo que convierte el viaje en una experiencia placentera más allá del motivo sanitario.

El turismo de salud en Argentina no solo genera ingresos para el sistema sanitario, sino que también impulsa sectores como el transporte, la gastronomía y la hotelería, consolidando al país como un destino atractivo que combina bienestar y turismo.

Considerada como sub-rama de los viajes de salud y bienestar, el turismo médico movilizó a siete millones de personas anuales a nivel global hasta 2020 cuando irrumpió la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19.

Detrás de la ciudad de Buenos Aires, la provincia de Córdoba es el segundo destino argentino en turismo médico que le aporta un ingreso anual de 35 millones de dólares por consumo de productos y servicios locales que realizan los viajeros que arriban para recibir atención clínica, realizar consultas, internarse en clínicas u hospitales, adquirir medicamentos o someterse a procesos curativos e intervenciones quirúrgicas.

Según los resultados de un estudio elaborado por los investigadores de mercado de la empresa Glasgow Research & Consulting, el turismo médico alcanzaría en 2025 un volumen de negocio de 182.000 millones de euros que  implica un crecimiento del 9,7% con respecto a la actualidad.