Según informes oficiales del Ministerio de Turismo griego, las proyecciones indican que el país europeo podría superar los 33 millones de llegadas antes de fin de año para establecer un nuevo récord histórico.

El repunte se explica en parte por la recuperación del mercado europeo, que aporta más del 70% de los turistas, con Alemania, Reino Unido, Francia e Italia a la cabeza. También se destacan los incrementos de visitantes provenientes de Estados Unidos y China, impulsados por nuevas rutas aéreas directas a Atenas y Tesalónica.

El turismo griego se apoya en un equilibrio entre sus islas icónicas y los destinos emergentes del continente. Santorini, Míkonos, Creta y Rodas siguen siendo los grandes imanes internacionales, pero crece con fuerza la llegada de viajeros a la península del Peloponeso, a la región de Macedonia y a islas menos saturadas como Naxos, Paros o Milos, que atraen a quienes buscan experiencias más tranquilas y auténticas.

El gobierno griego viene implementando medidas para mitigar la presión del turismo masivo, como regulaciones sobre el ingreso a la Acrópolis de Atenas, límites a la circulación de grandes cruceros en islas pequeñas y estímulos para diversificar la temporada hacia primavera y otoño. Estas políticas buscan preservar el patrimonio cultural y natural al tiempo que garantizan la sostenibilidad económica del sector.

La gastronomía mediterránea, reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, es otro motor clave. La promoción de productos locales —aceite de oliva, vinos, quesos y mariscos frescos— potencia el turismo enogastronómico y vincula directamente a los productores rurales con la industria turística.

Los ingresos generados por el turismo representan más del 18% del PBI griego y más de un millón de puestos de trabajo, lo que confirma el peso estratégico de la actividad en la economía nacional. El crecimiento del turismo de lujo, el segmento de cruceros y el turismo cultural complementan a los viajeros de sol y playa, diversificando la matriz de ingresos.

En paralelo, Grecia apuesta a fortalecer la digitalización y la sostenibilidad de su oferta, con plataformas de reservas centralizadas, promoción en redes internacionales y proyectos de eficiencia energética en hoteles y alojamientos. Estas acciones refuerzan su imagen como destino innovador y competitivo en el escenario global.

Con récords de visitantes y una política activa de gestión, Grecia se consolida como un país que no solo ofrece playas paradisíacas y vestigios históricos únicos, sino también un modelo de desarrollo turístico que combina tradición, modernidad y sostenibilidad.

El auge del turismo en Grecia contrasta con la fragilidad estructural de su mercado laboral turístico. Con hoteles llenos pero plantillas incompletas, el desafío de 2025 será no solo sostener el crecimiento de visitantes, sino garantizar condiciones dignas que vuelvan a hacer atractivos estos empleos para los trabajadores locales. De lo contrario, el éxito turístico del país podría tambalear por dentro. 

En la reciente entrega de premios Business Destinations Travel Awards 2022 se eligió a la ciudad de Atenas como el Mejor Destino MICE de Europa gracias a la calidad de servicios; productos e infraestructura a disposición del denominado turismo de reuniones y negocios.

Además, la capital griega fue distinguida por su labor en un segmento turístico de gran relevancia en esta nueva normalidad post pandemia de Covid-19. En la reciente entrega de premios Business Destinations Travel Awards 2022 se eligió a la ciudad de Atenas como el Mejor Destino MICE de Europa gracias a la calidad de servicios; productos e infraestructura a disposición del denominado turismo de reuniones y negocios.