Fundado en 1989 por Yngve Bergqvist, el hotel surgió de la creación de ARTic Hall, una galería de arte inspirada en la tradición japonesa de escultura de hielo. Todo comenzó como una exhibición de arte y luego transformó en un hotel cuando algunos invitados pidieron quedarse a dormir dando inicio a esta experiencia incomparable.
El Ice Hotel se renueva cada año gracias a un equipo de artistas y diseñadores que lo preparan con una estética distinta en cada temporada. Consta de doce suites, veinte Ice Rooms, una galería de arte y un Ice Bar, todos construidos con más de 4.000 toneladas de hielo del río Torne.
A pesar de las temperaturas extremas que pueden bajar hasta -25°C, los huéspedes disfrutan de una estadía cómoda gracias a sacos de dormir específicamente diseñados con tecnología para resistir el frío ártico.
La experiencia en este hotel no solo es visualmente impresionante sino también sensorial. Al amanecer, los huéspedes son despertados con un jugo de arándano caliente seguido de una relajante sesión en el sauna e infusiones junto a la chimenea.
Para aquellos huéspedes que buscan aventura, el hotel ofrece una variedad de actividades como ciclismo, rafting, pesca, esquí, y la realización de esculturas de hielo.
El hotel se mantiene en perfectas condiciones gracias a la energía proveniente de paneles solares, que alimentan una planta de refrigeración que garantiza una temperatura interna constante de -5ºC durante todo el año. Además, los visitantes pueden disfrutar de espectáculos naturales como las auroras boreales, en un entorno de ensueño que cambia con las ocho estaciones del año en Jukkasjärvi.
El Ice Hotel no solo es un alojamiento sino una experiencia inolvidable que combina lujo, sostenibilidad y la belleza natural del Ártico, atrayendo a turistas de todo el mundo en busca de una aventura única en Suecia.