Estas cifras adquieren mayor relevancia si se considera que la mitad de los ingresos de Andorra provienen de su industria de los viajes que, tras la pandemia de Covid, mejoró en 1,2% la cantidad de viajeros anuales.
El director general de Andorra Turismo, Betim Budzaku, informó que por primera vez se rebasó la barrera de los diez millones de pernoctes que equivale a un crecimiento del 14% en contraste con los registros de 2019 cuando aún no había irrumpido la ola de contagios masivos de coronavirus.
Consultado sobre este auge turístico, Budzaku consideró que es fruto de la campaña de promoción posicionando a Andorra como un destino tan cercano como accesible.
“Esta temporada de invierno 2023 conseguimos un 27% más de visitantes extranjeros que en 2019 y el crecimiento alcanzó un 25% en comparación al año pasado”, reveló el director general de Andorra Turismo.
La estadística exhibe la capacidad de adaptación del turismo de Andorra que ahora no cuenta con las 350.000 pernoctaciones que en 2019 provenían de visitantes rusos y ucranianos que compensó atrayendo a contingentes de españoles, británicos y centroeuropeos.
Como dato que refleja este progreso, por primera vez en la historia de Andorra, hay más cantidad de turistas que pernoctan en el país que los denominado excursionistas que son aquellos que regresan esa misma noche a sus países de origen.
Con un 60% del total, España es el principal emisor de turismo de Andorra, la mitad de ellos catalanes, seguidos de aragoneses, vascos y madrileños, el 20% franceses y un 20% más de otras nacionalidades.
El gobierno de Andorra evaluará si su aeropuerto de La Seu puede incrementar destinos y frecuencias en los próximos dos años para atraer viajeros desde París, Madrid o Barcelona ya que ahora solo hay conexión con la capital española y está muy enfocada al turismo de vacaciones sin enfocarse en el segmento de negocios.